Sigo ahogando el llanto.

Todavía no comprendo que sucedió, nos veíamos triunfantes sobre toda adversidad... pero llegó el día en que todo estalló, no sé si fue mi antiguo error el que lo arruinó o si simplemente no estábamos destinados a ser tu y yo.

Sin misericordia

Y aquí estamos... esquivando las miradas con sonrisas apagadas, recordando errores y reclamando el fallo. Sin misericordia, sin palabra amable, sin cariño aparente ¿Acaso es que buscamos lastimarnos? Si es que es cierto que nos queremos ¿Dónde quedó el amor?

¿Y un café ayuda?

De nada estoy segura, dicen en las calles que por las mañanas un café ayuda. A mi no me ayuda, no me ayuda a aligerar la carga, ni a pensar tranquila, no me ayuda a borrar tu sonrisa ni a acercarme a tu vida.

No se que hacer, me siento partida. Me siento herida y confundida. Me siento adolorida y llena de heridas, culpa... que tengo culpa, que me siento herida, que me siento herida porque la culpa me come, corroe, quema mi cabeza, mi espalda y mi alma, es ácido te digo, es ácido mi vida.

Y que lo odio, pero lo quiero, y que lo quiero, pero no se para que lo quiero. Estoy confundida, confundida del abrazo y del beso, de las frases lindas, de las miradas tiernas y los ojos tristes, de las sonrisas, de la buena ortografía, del tiempo y de la distancia, de la música clásica y la asiática, de la vida que empiezo y la que acaba.

Pero no entiendo, no entiendo porque escribo esto... si en lo único que pienso es en esta maldita distancia. Distancia que viene, distancia que está, distancia que no estaba y que se estuvo metiendo. Te odio, te quiero...y te quiero, pero no se para que te quiero.

En silencio.

A veces te encuentro feliz y tranquila. A mi lado todavía se mantiene la herida. Veo tu sonrisa, me mantienes viva, después un recuerdo y llega la melancolía. Te siento en mi pecho, me acerco a tu vida, mantenemos un eco que resuena por dentro. No tengo palabras, sólo hay silencio y así se escapa un te quiero... Pero te quiero muy lejos, que tu cariño lastima, tus ojos succionan la luz del día. Mi risa y mis sueños ya no están contigo, te quiero en silencio, te quiero mi vida.

10 cosas que hacer antes de morir

Bueno, esta entrada es porque vi que un amigo estaba haciendo su lista y me dieron ganas de hacer la mía, porque aunque se que quiero, no tienen un orden en mi cabeza.


1. Acampar con un grupo de amigos en un bosque de verdad, con todo lo que eso implica.
2. Aprender a tomar fotografías propiamente y dejar un recuerdo en papel de mi vida para anexarlo al punto 8.
3. En esos restaurantes con ventanales, quedarme parada viendo a los comensales de la mesa mas cercana y pegar mi cara al vidrio sin dejar de verlos. No se porque, pero siempre lo he querido hacer.
4. En un viaje en carretera... bajarme en la nada y gritar a los 4 vientos todo lo que odio y amo del mundo.
5. Dormir bajo las estrellas, sobre la arena y a lado del mar.
6. Aprender mínimo alemán, ruso, japonés y nahuatl a parte del español y el inglés.
7. Viajar a mínimo 5 ciudades que deseo conocer, incluyendo cultura, alimentos de la región, su gente y sus zonas turísticas (Tokio, New York, Nueva Delhi, Londres, Sri Lanka, Ushuaia, La Habana, Vancouver, Barcelona, Córdoba, Bariloche, Ámsterdam, Munich, Venecia, Florencia, etc...)
8. Escribir una autobiografía con todo dato, evento, situación, sentimiento importante para mi en mi vida.
9. Comprarle una casa a mis padres.
10. Dejar mi mundo un poco mejor de lo que lo encontré. Lo que sea que pueda mejorarlo, aunque sea solo en una colonia o una cuadra, el punto es ayudar, ya sea enseñando oficios, desarrollando infraestructura sustentable, albergue y rehabilitación para perros de la calle, espacios culturales, no lo sé, algo.