Hoy volví a marcarte. Lo sé, lo sé, ya van tres veces en este mes. Pero ¿puedes culparme? Me duele admitirlo, supongo que todo esto es por el deseo de vivirlo todo otra vez.
Sí, sí, no es necesario que me lo repitas nuevamente, es cierto, ya no podíamos seguir. Sí, lo sé, la distancia fue muy cruel. Pero me has obligado a decir que no he logrado dejar de pensar en tí.
A pesar de los kilómetros y todos estos años que han pasado aquí sigues teniendome, alguien que incondicionalemnte te sigue amando.
Ya se que fue tonto de mi parte decirtelo una vez mas. Especialmente ahora que sé que te sientes tan mal. Juro que me cuesta mucho hablarte y que creo que jamás podré olvidarte. Ya no me queda nada que decir sin mentir ¿Qué dices? ¿Ya sentiste suficiente lástima por todo lo que te confesé tres veces en este mes?
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